«Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad». (Salmo 84:10)
A diferencia de muchas personas que desean vivir sin saber el porqué, simplemente deseando que sus vidas se prolonguen todo lo posible, David afirma que el propósito de su vida es servir a Dios. Atribuye más valor a un día dedicado al servicio a Dios que a un largo tiempo entre personas mundanales ajenas a la religión verdadera. Dado que solamente los sacerdotes pueden acceder al lugar santísimo del Templo, David asevera que, si tan solo se le permitiera ocupar un lugar a la puerta, se daría por satisfecho con desempeñar el humilde cargo de portero.
El valor que David atribuye a estar en el santuario de Dios queda resaltado en su comparación de que escogería antes estar a la puerta de la casa de [su] Dios, que habitar en las moradas de maldad. Mientras que estuviera entre el pueblo de Dios, David prefería ser relegado a un lugar vulgar y común antes que ser aupado a la posición más elevada entre los incrédulos. ¡Ciertamente, este es un raro ejemplo de piedad! Son muchos los que desean ocupar un lugar en la Iglesia, pero la ambición ejerce tal poder sobre sus mentes que pocos se dan por satisfechos con estar entre los cristianos rasos.
A la mayoría de nosotros nos empuja un intenso deseo de alcanzar una posición distinguida y no nos cabe en la cabeza estar tranquilos hasta ocuparla.
MEDITACIÓN: A menudo, cuando la ambición personal se apodera de nuestras vidas, convertimos la casa de Dios en una morada de maldad. ¿Cómo habremos de vivir si nos conviene más morar en la casa de Dios, aun cuando sea como alguien sin importancia, que gozar de reconocimiento entre los impíos de este mundo? ¿Qué cambios deberíamos obrar en nuestras vidas?
Tomado de «365 días con Juan Calvino«, lecturas seleccionadas y editadas por Joel Beeke.
* Juan Calvino (1509-1564) fue un reformador francés, pastor y teólogo, considerado entre los más grandes reformadores protestantes.
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